Carmen había nacido bruja pero ella no tenía la culpa. Había nacido en un campanario tenebroso lleno de telarañas. Las maderas que sujetaban la campana estaban casi podridas. De vez en cuando sonaba un ruido aterrador que parecía que el campanario se iba a caer.
Silvia, una niña de 12 años ,vivía muy cerca del campanario. Un día, intrigada por lo que había dentro del viejo campanario, entró y abrió la puerta que chirrió al abrirse. Notó que algo pegajoso le tocaba la cara. Las telarañas la envolvieron a la vez que decenas de arañas, murciélagos, ratas ..., salieron de sus escondrijos con gran ruido. La bruja Carmen se despertó del ruido que hacían los bichos y salió a ver qué pasaba .Vió a la niña con mucho miedo . La bruja le dijo a la niña:
- Entra niña no te preocupes de nada.
La bruja sonrió dejando su único diente a la vista.
- Estaba preparando la cena y tú has llegado justo a tiempo.
La niña chilló y salió corriendo. Le dió tiempo a llegar a su casa.
-¡Papá, mamá he visto a la bruja del campanario y me quería comer!
El padre salió de la casa y destruyó el campanario. Ya nunca más hubo más brujas.
¡FIN! Carmen Vicente 6ºF